Lisboa es una ciudad muy especial. Tuvimos la sensación de que en el centro de la ciudad vivía bastante poca gente "normal". Todo lo que vimos en el centro fueron turistas o varios extraños vendedores ambulantes. Puede que estemos equivocados, puede que eso haya cambiado desde entonces. En Francia, España o Italia es habitual ver a gente normal viviendo en el centro de la ciudad. Van de compras, al trabajo, a un café o a un restaurante. Sin embargo, en el centro de Lisboa había bastantes edificios semiderruidos y teníamos la sensación de que los lisboetas sólo venían al centro desde algún lugar de las afueras.
¿Volveríamos a Lisboa?
Lisboa tuvo un efecto muy extraño en nosotros. Sobre todo después de haber estado mucho tiempo en Francia y España. El centro de la ciudad está abarrotado de turistas. La ciudad tiene un ambiente propio, merece la pena visitarla un día. Entre otras cosas, el Golden Gate no se ve en Europa...
Dónde dormimos en Lisboa con la caravana
Estuvimos en Lisboa en 2017. Todavía era posible en Portugal dormir en una caravana o furgoneta en cualquier lugar de un aparcamiento o en la ciudad. A partir de 2021, esto está prohibido en todo Portugal. Para que esto no ocurra en toda Europa, consulta este artículo sobre cómo y por qué se comporta un caravanista (nivel experto).
Como no había problemas para aparcar, dormimos un poco alejados del centro. Sin embargo, estábamos a unas 2 paradas en tren público o a un paseo más largo del centro. La ciudad está bastante en una colina, así que no es mucho para el longboard. Probablemente no mucho para una bicicleta tampoco, especialmente cuando hace 30 grados o más afuera.
De momento, el único lugar donde se puede dormir en Lisboa es en un camping.
Antigua fábrica reconvertida en centro de ocio hipster
Proyecto perfecto cerca del centro. Una antigua fábrica disfuncional se ha convertido en un lugar de coworking, cafeterías, restaurantes, estudios o tiendas con cosas hechas a mano. También se organizan exposiciones, una de las cuales visitamos. Súper ambiente, merece la pena ir allí al menos a tomar un café, o a comprar algún regalo que no haya sido hecho en China.
Experiencia gastro en Lisboa
En varias ciudades, la tendencia es reconvertir los viejos y ruinosos edificios de los mercados en locales de restauración. ¿Cómo funciona? Es como una especie de festival gastronómico permanente. Los restaurantes tienen sus propios puestos donde ofrecen unos cuantos platos. Uno elige lo que quiere de cualquiera de ellos y se lo come en una mesa como en una cafetería escolar. Además, hay bares o tiendecitas con cosas diferentes, como latas de sardinas a 10 euros. Puedes encontrar este mercado Time Out en el mapa de abajo. Visitamos el mercado casi todas las noches, puedes conseguir una comida bastante decente allí por menos dinero que en un restaurante.
Pasteles como en cualquier otro sitio
Pastéis de Belém es una panadería con pasteles tradicionales desde 1837. Como auténticos turistas, hicimos una cola kilométrica y pagamos el triple. Realmente no merece la pena, es mejor comprarlos en otra pastelería del centro, donde normalmente puedes sentarte a tomar un café y probablemente los disfrutes más. Si quieres ir a la shora a por bollos, puedes encontrar la dirección en el mapa de abajo.
Vida nocturna y bares
El centro de la ciudad está lleno de calles estrechas con multitud de bares. Los viejos tranvías son un clásico y tienen un aspecto muy elegante. Cuidado, porque hay bastantes robos y sobre todo atracos a turistas. Una señora muy bien vestida intentó robarme algo del bolsillo, pero se encontró con un bolso sin nada dentro. Cuando le sonreí, se largó en la siguiente parada. En algún sitio la tenemos grabada. ?
Museo de la Marina
Los marinos portugueses de los siglos XV y XVI circunnavegaron África con éxito para encontrar una nueva ruta comercial hacia la India. En el museo hay maquetas de varios barcos, algunos más pequeños y de tamaño natural. Si este tema le interesa, merece la pena echarle un vistazo.
Oceanario de Lisboa
Si le gusta el pescado en plato, vaya a ver qué aspecto tiene antes de echarlo a la plancha. También hay tiburones o pingüinos en el oceanario, por ejemplo. Si volviera a Lisboa, iría otra vez a ver el Oceanario.
